Muchos negocios siguen operando con sistemas de seguridad antiguos sin darse cuenta de que eso puede abrir la puerta a robos, accesos indebidos o ataques digitales. Estos son los cinco riesgos más comunes que nos comentan nuestros clientes.

1. Controles de acceso desactualizados

Sistemas viejos permiten que cualquiera entre con tarjetas copiables, códigos repetidos o llaves mecánicas.
Por qué es un riesgo: No queda registro confiable de quién entró y cuándo.
Qué hacer: Migrar a reconocimiento facial, QR seguro o credenciales móviles.

2. Cámaras antiguas con poca definición

Imágenes borrosas, puntos ciegos y mala visión nocturna hacen que un sistema “funcione”… pero no sirva como evidencia.
Qué hacer: Cámaras HD o 5MP, visión nocturna en color y cobertura total del espacio.

3. Servidores externos sin cifrado

Almacenamiento limitado, sin encriptación y con contraseñas débiles puede provocar pérdida de evidencia o ataques.
Qué hacer: Servidor NAS con cifrado, usuarios seguros y espacio ampliable.

4. Redes WiFi vulnerables

Routers viejos o contraseñas simples permiten accesos no autorizados a toda la red interna.
Qué hacer: WPA3, segmentación de red y routers modernos administrables desde app.

5. Falta de respaldo eléctrico

Un corte de luz puede dejar sin cámaras, sin registros y sin acceso al edificio.
Qué hacer: UPS para mantener activa la seguridad incluso durante apagones.

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